domingo, 9 de agosto de 2009

Y que se pudra el mundo...


Saben yo soy una persona pacifista. Soy una persona tranquila, bastante callada. Pero cuando me enojo, no me desquito con nadie, no me gusta sacar cosas del pasado en las discusiones es de muy mala educción. Pero hay días que peleo hasta con mi sombra. Claro como uno tiene que vivir con uno mismo todo el tiempo y no hay manera de que cuando uno esta enojado separarse de lo que le molesta yo tiendo a enojarme y pelear hasta que se me va el stress. Me encanta gritar maldecir y burlarme de mi cuando estoy enojada. Pero aunque esto es muy normal aun la gente no entiende que para mi es bueno pelear sola y que me encanta.
Siempre que estoy en todo mi apogeo, inspirada con los pensamientos mas obscuros y pesimistas, llega alguien a interrumpirme y tratar de tranquilizarme y eso me vuelve a enojar. Es como que me dejaran impotente al no terminar la pelea. Así que si me ven peleando sola por la calle déjeme ir que yo me tranquilizaré se los aseguro o me muero de un infarto pero de que me calmo me calmo. En otras palabras como decía mi hermana grito maldigo y protesto y que se pudra el mundo...

Días y Flores

Si me levanto temprano,
fresco y curado,
claro y feliz,
y te digo: «voy al bosque
para aliviarme de ti»,
sabe que dentro tengo un tesoro
que me llega a la raíz.
Si luego vuelvo cargado
con muchas flores
(mucho color)
y te las pongo en la risa,
en la ternura, en la voz,
es que he mojado en flor mi camisa
para teñir su sudor.
Pero si un día me demoro, no te impacientes,
yo volveré más tarde.
Será que a la más profunda alegría
me habrá seguido la rabia ese día:
la rabia simple del hombre silvestre,
la rabia bomba —la rabia de muerte—,
la rabia imperio asesino de niños,
la rabia se me ha podrido el cariño,
la rabia madre por dios tengo frío,
la rabia es mío —eso es mío, sólo mío—,
la rabia bebo pero no me mojo,
la rabia miedo a perder el manojo,
la rabia hijo zapato de tierra,
la rabia dame o te hago la guerra,
la rabia todo tiene su momento,
la rabia el grito se lo lleva el viento,
la rabia el oro sobre la conciencia,
la rabia —coño— paciencia paciencia.

La rabia es mi vocación.

Si hay días que vuelvo cansado,
sucio de tiempo,
sin para amor,
es que regreso del mundo,
no del bosque, no del sol.
En esos días,
compañera,
ponte alma nueva
para mi más bella flor.

Silvio Rodríguez

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